Más malas noticias para la familia real británica: Netflix estrena a bombo y platillo una película protagonizada por Gillian Anderson y Rufus Sewell sobre uno de los episodios más turbios de la historia reciente de la monarquía. Se trata de Scoop, película que recrea de la infame entrevista que el príncipe Andrés concedió a la BBC en noviembre de 2019 para —se suponía— dar explicaciones sobre su amistad con Jeffrey Epstein, el multimillonario americano acusado de dirigir una red de prostitución infantil, así como sobre su presunta participación como cliente en la misma.  

La entrevista en prime time fue un éxito rotundo para la BBC y un fiasco absoluto para el hermano del hoy rey Carlos III; sus explicaciones no convencieron a nadie, y pocos días después se vio obligado a retirarse de la vida pública. Al cabo de un par de meses, su madre la reina le despojó de todos sus títulos militares y patrocinios reales, y un par de años después un tribunal de Nueva York lo acusó de agredir sexualmente a una menor de edad en tres ocasiones.

Scoop Película sobre la entrevista al príncipe Andrés

Lo siguiente no es un spoiler, sino un hecho bastante conocido pero que merece la pena recordar: el príncipe y duque de York acabó alcanzando un acuerdo de ocho millones de euros con la víctima; poco menos que una admisión de culpa ante el mundo.

BASADA EN HECHOS ‘REALES’

Protagonizada por Gillian Anderson en el papel de Emily Maitlis, la periodista que dirigió la entrevista, y Sewell como el príncipe Andrés, la película está basada en el libro Behind the Scenes of the BBC’s Most Shocking Interviews de Sam McAlister, la productora de la BBC encargada conseguir entrevistas para el programa Newsnight. La historia relata las arduas negociaciones y la preparación de la célebre entrevista, y es un buen ejemplo del mejor cine de periodistas al acecho de una primicia, con un buen ritmo narrativo y diálogos repletos de réplicas inteligentes y un léxico actual que combina argot periodístico con términos tanto formales como coloquiales. A continuación puedes ver el tráiler de Scoop al tiempo que te proporcionamos un glosario extendido con las 10 palabras en inglés que aprenderás viéndolo:

1. scoop: exclusiva. En el ámbito del periodismo, una ‘scoop’ es una exclusiva o primicia; aquella noticia o información que un medio consigue antes que los demás y que le proporciona una gran ventaja frente a la competencia. Originalmente, una ‘scoop ‘es una cuchara grande para servir comida, como por ejemplo helado. La acepción periodística es relativamente reciente, y se deriva del uso del verbo ‘to scoop’ traducible por ‘sacar’ o ‘conseguir’.

2. whippet: se trata de una raza de perro con unas características muy similares para la caza a las del galgo inglés (greyhound) pero de un tamaño más pequeño. Aunque antiguamente se consideraba al whippet como el galgo de los pobres, con el tiempo ha pasado a ser una raza muy apreciada. El whippet en cuestión de la escena inicial del tráiler se llama Moody y pertenece a Maitlis, la directora y presentadora del programa, quien apenas unos meses antes de la entrevista había sido objeto de una polémica de baja intensidad en lo tabloides británicos cuando se hicieron virales unas imágenes suyas viajando en tren con su mascota ocupando un asiento a su lado. Su respuesta fue que “The carriage wasn’t full and humans had dirtier feet on the upholstery”.

Scoop, película de Netflix

3. allegations: acusaciones. Este término se usa en inglés para acusaciones realizadas con o sin fundamento, pero que por el momento no están respaldadas por pruebas concluyentes. Por lo general, las ‘allegations’ las hacen la prensa o alguna víctima, y se trata por tanto de acusaciones que aún no han sido formalizadas a través del sistema penal. Cuando esto último se produce ya de manera oficial, entonces hablamos de ‘accusations’ o de ‘charges’ (cargos) de las que el acusado (‘defendant’) deberá defenderse. Así, en inglés se usa el participio ‘alleged’ del verbo ‘to allege’ como adjetivo traducible por ‘presunto’ o ‘supuesto’.

4. to chase: perseguir. Se trata de un verbo que es casi sinónimo de ‘to pursue’, si bien ‘to chase’ tiene una connotación de urgencia y de informalidad que no tiene el primero. Así, es más habitual usar ‘to pursue’ para una dedicación más pausada y prolongada en el tiempo, como “I am pursuing a career in acting”, mientras diremos “The Journalist is chasing the story” o “The cat chased the mouse”.

5. to call up: llamar, convocar. El personaje de Sam McAlister dice “My job is booking the people we can’t just call up”. Como vemos, el verbo ‘to book’ en el ámbito de la televisión se usa también para cerrar una entrevista con una persona, y no solo para ‘reservar’ una mesa en un restaurante o una habitación de hotel. ‘To call up’ es un phrasal verb, de modo que, al conjugarlo con un objeto directo, el verbo y la preposición se separan: “We can’t just call the Duke up”.

Scoop (Netflix)

6. insider: persona con información privilegiada. Un ejemplo de la flexibilidad del inglés, que crea un sustantivo a partir de una preposición. El ‘insider’ está dentro de algo, ya sea una organización o un grupo de cualquier tipo, por lo que dispone de información de primera mano. La ‘insider’ aquí es Sam McAlister, que lo explica todo en su libro, un buen ejemplo del género ‘tell-all’.

7. to smuggle: pasar de contrabando. En este caso, ‘to smuggle into’ no es un phrasal verb, sino que el uso de la preposición de movimiento simplemente indica que el material de contrabando —en este caso, el equipo de la BBC— entra furtivamente en el palacio para que no se entere nadie y se destape la exclusiva. Si lo que queremos es ‘sacar algo de contrabando’ diremos ‘to smuggle something out’. 

8. randy: cachondo. La rima con Andy, el diminutivo de Andrew, el nombre en inglés del duque, es deliciosamente humillante. De hecho, Randy es también el diminutivo de nombres propios como Randall o Randolph.

La entrevista al príncipe Andrés fue un éxito para la BBC

9. to raid: hacer una redada. Este verbo también se usa para asaltar o saquear un lugar sin orden judicial. Así, ‘to raid’ es lo que solían hacer lo vikingos hace mil años. De hecho, el título de la primera película de la saga Indiana Jones que aquí se estrenó como Indiana Jones y el Arca Perdida se llamaba originalmente Raiders of the Lost Ark, en referencia a los saqueadores nazis que trataban de hacerse con el Arca de la Alianza (the Ark of the Covenant) que, según la leyenda, contiene las dos tablas de piedra de los Diez Mandamientos.

10. drawing room: salón. Solo la aristocracia tiene este tipo de salones, cuyo nombre no tiene que ver con el verbo ‘to draw’ (dibujar), sino que es una abreviatura de ‘to withdraw’ (retirarse), pues se trataba de salas donde las damas se retiraban después de cenar para hablar de sus cosas y no molestar a los caballeros. Más tarde, la ‘drawing room’ se convirtió en la salita donde recibir visitas.