Qué es Halloween, cuándo se celebra y por qué

Halloween es la noche del miedo, la de los seres oscuros que oscilan entre el mundo de los vivos y el de los muertos. El 31 de octubre, concretamente por la noche, es el momento en que tiene lugar esta celebración. Esta fecha, que marca el final del verano, se ha asociado históricamente a una separación especialmente sutil entre el mundo de los vivos y el de los muertos.

El nombre de esta celebración procede de la forma contraída de All Hallows' Eve. En inglés arcaico, la palabra Hallow significa santo: es decir, se refiere a la víspera de Todos los Santos. All Hallow's Day, en cambio, significa Día de Todos los Santos. La referencia a la víspera que se hace aquí es reconocible en otros nombres de fiestas anglosajonas: por ejemplo, Christmas Eve (Nochebuena) o New Year's Eve (Nochevieja).  

Desde hace varias décadas, la popularidad de esta fiesta ha aumentado considerablemente en Estados Unidos y ahora también se ha extendido a Europa. Pero las razones por las que se celebra Halloween hay que buscarlas en la misma Europa, que es donde se encuentran sus orígenes.

Los orígenes de Halloween: la fiesta celta de Samhain

La fiesta celta de Samhain coincide con el Año Nuevo celta. Para encontrar sus orígenes hay que remontarse a la Irlanda pagana de hace más de 3.000 años. El Samhain marcaba el final del verano y el comienzo del invierno, una fecha importante para los celtas, un pueblo de pastores que, como otros pueblos antiguos, medía el tiempo según las estaciones, el calendario de la cría del ganado y los ciclos de las cosechas. En esta ocasión, se reservaban provisiones para pasar el invierno, lo que daba aún más importancia a la fiesta. Además, se consideraba una época de paso, lo que llevaba a los celtas a creer que el muro que dividía el reino de los vivos del de los muertos se hacía tan delgado que permitía a los dos mundos entrar en comunicación. Así pues, Samhain era una época en la que se honraba a los muertos.

El significado de la calabaza de Halloween y la leyenda de Jack o'Lantern

En su tierra, los irlandeses solían adornar nabos y patatas. Sin embargo, los que, empujados por la profunda hambruna del siglo XIX, emigraron a América, se dieron cuenta de que allí la hortaliza era más pequeña, lo que hacía imposible utilizarla para sus fines. Así que, como alternativa, descubrieron las calabazas: fáciles de cultivar y tallar, y de un tamaño adecuado. Eran perfectas para ahuecarlas con una mueca e iluminarlas con una lámpara en el centro.

Su función no era sólo decorativa: colocadas en el exterior de las puertas en la noche de Halloween, ahuyentaban al espíritu errante de Jack'o'lantern, un vagabundo que, habiendo hecho un pacto con el diablo, deambula en la noche de Halloween con un tronco en llamas dentro de un nabo, buscando un lugar donde quedarse. Según la leyenda, Jack era un pecador que, al morir, fue rechazado tanto por el cielo como por el infierno, de modo que su alma atormentada vaga por la eternidad en busca de un lugar donde descansar.

Halloween hoy: cómo lo celebramos

Hoy en día, Halloween se conoce como una especie de carnaval. La costumbre de disfrazarse en Halloween tiene sus raíces en rituales precristianos: entonces se adoptaban diversos disfraces para confundir a fantasmas y demonios. En Irlanda, en particular, Halloween se sigue celebrando con festivales y fiestas de disfraces. 

El lema de la fiesta, a nivel más bien internacional, es "trick or treat" (truco o trato). Según la leyenda, es el propio Jack quien recorre las casas recitando esta frase, eligiendo en realidad entre un sacrificio y una maldición.

Halloween en España

Esta fiesta se celebraba en España desde hace ya siglos. Predominantemente en el ámbito rural, encontramos las “calaveras de ánimas”, el “Corteju de Genti de Muerte de las Hurdes”, las “Sanas Campañas” o la “Estadea”. Estas fiestas, rodeadas de leyendas y antiguas tradiciones, compartían el miedo a la muerte y la honra a los espíritus. En múltiples localidades españolas, era tradición ofrecer dulces y castañas asadas en las tumbas de los muertos, para evitar así que atormentaran a los vivos.

A día de hoy, en España la celebración tiene mucho en común con la americana. Durante la tarde noche del 31 de octubre niños y adultos se disfrazan y salen en busca de caramelos. Durante la época que rodea esta fecha, negocios, hogares y colegios se llenan de telerañas, seres oscuros y las indispensables calabazas.